"Los Sopranos" ganaron el Emmy más codiciado

"Los Sopranos" obtuvo el domingo la esperada victoria como mejor serie dramática en la 59 edición de los premios Emmy, los principales galardones televisivos.

Su victoria por su sexta y última temporada venía avalada por un total de 15 candidaturas, el drama con un mayor número de nominaciones en esta edición.

Pero la entrega de los galardones de la pequeña pantalla supo crear el suspense en los últimos minutos de su larga ceremonia cuando uno tras otro los principales premios interpretativos de la velada dejaban a "Los Sopranos" de lado.

"He robado una bolsa de dinero a la mafia. Y todos están sentados ahí delante", dijo entre sorprendido y divertido James Spader al obtener el premio al mejor actor dramático con "Boston Legal", galardón que la crítica había previsto para James Gandolfini por "Los Sopranos".

Lo mismo ocurrió con Edie Falco, quien en la categoría de mejor actriz dramática perdió contra todo pronóstico en favor de una Sally Field que también se quedó sin palabras, literalmente, al recoger su estatuilla por "Brothers & Sisters".

En las categorías de mejores actores secundarios en una serie dramática, "Los Sopranos" también perdieron frente a Katherine Heigl de "Grey's Anatomy" y Terry O'Quinn de "Lost".

De ahí que David Chase, creador de "Los Sopranos", dedicara el galardón a todo el reparto así como a los gángsters que existen en la vida cotidiana "incluso en el Gobierno".

Junto con el galardón a mejor serie dramática, "Los Sopranos" también se llevó la emoción y el aplauso de los asistentes que puestos en pié dedicaron una gran ovación a todo el reparto de esta serie a la que la Academia de Artes y Ciencias de Televisión hizo centro de un sentido homenaje.

En el apartado de comedia, las sorpresas también fueron fuertes en una velada celebrada como todos los años en el Auditorio Shrine de Los Ángeles y que la crítica había descartado como previsible.

"30 Rock" y no "Ugly Betty" se llevó el premio a la mejor serie de comedia.

Ambas series debutantes, en principio "Ugly Betty" era la que llevaba las de ganar en las nominaciones al aspirar a un total de 11 galardones, entre ellos el de mejor comedia del año.

Donde sí se cumplieron los pronósticos fue en la victoria de América Ferrera en la categoría de mejor actriz de comedia por su trabajo como "patito feo" en "Ugly Betty", serie inspirada en la popular telenovela colombiana "Betty la fea".

"El verdadero premio es levantarse mañana e ir a trabajar", declaró exultante esta joven ganadora primeriza.

Igual de peculiar fue la dedicatoria que acompañó a la categoría de mejor actor de comedia, premio que fue para el británico Ricky Gervais por "Extras".

Ante la ausencia del premiado, los presentadores Jon Stewart y Stephen Colbert decidieron hacerle entrega de la estatuilla a su "amigo" el también candidato Steve Carell y los tres salieron del escenario dando saltos de alegría como si realmente hubiera ganado el premio.

Como mejores secundarios de comedia los premios estuvieron repartidos entre Jeremy Piven por segunda vez con "Entourage" y Jaimie Pressly en su primera victoria por "My Name is Earle".

Con Ryan Seacrest como presentador, la velada quiso ser moderna, ágil, ecológica, diferente y sorprendente en un intento de ganar a una audiencia más joven que aumente los 16 millones de telespectadores que obtuvo el pasado año.

Pero fueron muchas las críticas recibidas desde el escenario circular de esta velada, donde presentadores y ganadores se quejaron abiertamente de esta reorganización.

"He tenido los peores asientos de mi vida", dijo Spader con el galardón en la mano sumándose a muchas otras quejas con presentadores como Ellen DeGeneres que ni tan siquiera sabían qué hacer en el escenario ante la confusión de la ceremonia.

Una confusión que no estuvo reñida con la elegancia, donde la intérprete hispana Eva Longoria estuvo entre las más destacadas por su elección de un vestido corto pero con todos los toques, desde su tono metálico hasta su escote, propios de una gran gala.