Películas pornos para sordos
Deaf Bunny es el nombre de la empresa estadounidense que se ha lanzado a este mercado virgen.
"Deaf Bunny emplea fundamentalmente a sordos y gente con problemas auditivos como actores y actrices porque conectan con la mayoría de su público", señala Dino Capone, fundador de la productora.
En las películas se pueden ver diálogos en lengua de signos, expresiones mediante gestualidad propia del colectivo e incluso bocadillos sobreimpresionados en los que se colocan las exclamaciones de las escenas más encendidas.
Con todo, Capone defiende que las películas que producen y distribuyen no se dirigen sólo a los sordos, sino que cualquier persona puede disfrutar de un modelo de porno que, pese a la enorme variedad de subgéneros, hasta ahora no había sido explotado.
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